Paulo Coelho

Bueno, lo dije. Ya está. Me pudre totalmente Paulo Coelho. Sé que muchos piensan que es un gurú de la felicidad, del espíritu, de la sabiduría, sé que otros sienten que es su pastillita de Prozac, su algodón de azúcar, su tostada con la cara de Hello Kitty. YA SÉ.

Antes que nada, sabrán que no soy tan ignorante como parezco, mi lenguaje de verdulera de Los Pozos, puede confundirlos, pero NO, soy una chica a la que le gusta leer esas cosas cuadradas que se llaman libros, y también revistas, y panfletos, y el horóscopo, y los menús de los restaurants, y las Inspiration Cards, y los chistes de Bazooka, hmmm…bueno, me gusta leer.

A Paulo Coelho me lo presentó El Alquimista. Quedé HORRORIZADA. Llevaba buena parte de mi vida en cruzada entusiasta contra los libros de autoayuda. Le decía a mis amigos: “El único medio de alcanzar la felicidad es saber cuán jijueputa sos” (No les parece tremendamente sabio?). Ya había seguido el camino, ese amarillo, con un cartel que dice Choquehuanca City, y había incinerado a grandes doctos de la autoayuda. Tal acto vandálico surgió por culpa de otro desgraciado hijo de puta: Carlos Cuahtémoc. Juventud en éxtasis, me soltó un tornillo. El día que lo leí (regalo de mis padres), estuve a punto de enmanciparme, pensé que no era justo que viva con gente con tan pésimos gustos literarios. Cuando tuve esa crisis, me dieron “Tus zonas erróneas”, con lo que quedé en un estado de sopor tal, que andaba preguntando por mí, a ver si otros sabían dónde mierda me había ido.

De ahí en adelante, me dije:”Dedicate a Condorito y a la auto-ayuda hacéle honor, ayudándote vos solita”. Mierda que la pasaba bien. D-I-V-I-N-O.

Luego vino el Coelho-Boom. Y si algo me pudre más que pudrirme con conocimiento, es no saber de qué carajos se está hablando. No faltaron los babosos que venían con cantos de sirenas sobre lo extraordinario que era el infeliz ese.

Lo leí. QUE ASCO!!!!!!!! O sea, qué mierda es esa de que el universo conspira para que tus sueños se cumplan?. De dónde culo sale esa espantosa teoría del azar divino???? Y si realmente existe, por qué no se ha ocupado de mí como se debe?? Además como pa menso, con cacofonía incluida. Cada capítulo se nombraba la frase como si fueras opa, idiota, imbécil o despistado. Todas estas preguntas fueron contestadas por su secta (lectores). Y resulta que sí, que el universo conspira, pero que VOS tenés que tomar decisiones y poner de “tu parte”.

Cero para Coelho, cero para el universo y un cero elevado al cubo para los pescadores de ilusiones.

Después, pa que vean que puedo ser una pelotuda pero no soy reaccionaria, me leí Verónica decide morir….un ESPANTO…estuve al borde del suicidio con esa historia, no podés hacerte millonario con semejante cosa. Lo busqué a Javier (el que me regaló el libro) con una hondanga, dispuesta a pasar años en Chonchocorito con tal de ponerlo “fuera de circulación.” Luego han venido otros kamikazes bastante insistentes, queriendo que lea Brida, y ese que ya el nombre hace que me de bochorno ajeno: "A la orilla del río Piedras me senté y lloré" AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!! <------ grito de guerra.

Gracias a Coelho me nació una teoría psicoepistemo-ontológica-social sobre el ser humano: Hay gente desesperada. Bien mis queridos adoradores del brasileño ñoño, si ustedes encuentran esa luz más falsa que neón de tunning, reveladora, sólo puedo decir felicidades. Mientras tanto, a mí no me hablen del señor, porque el universo conspira para que me pudra infinitamente.

Ah, otra cosa que me pudre infinitamente son los "coelhianos", seres de supuesta paz espiritual que alguna vez me desearon la muerte más horrenda, por denigrar el buen nombre de tan ilustre ciudadano mundial. Así que malditos, absténganse de amenazas.