lunes, 5 de enero de 2009

El frío

En Santa Cruz de la Sierra Bolivia la temperatura actual es de 30 grados centígrados. Qué mierda! Un soleado día nos baña de calor, odio el sol porque ya he dicho que soy media vampírica y con el correr de los años me he vuelto con mayor intensidad una criatura de la oscuridad.

Toda la semana antes de año nuevo estuve de un humor horrible, una cagada de estado de ánimo, con más vaivenes que un sube y baja, con más matices que una pintura de Pollock y más altisonante que una canción de Mariah Carey.

QUE TAL ESA, carajo! Sentada al lado de la ventana, en el último día del 2008 me puse a pensar en ese gringo que se vistió de Papa Noel y fue a la casa de su ex y barrió con todos los cambas que pilló a su paso. De una macabra manera me sentí reconfortada al ver que no soy la única que transita los caminos de la locura tan desesperadamente.

Se puede ser más hija de puta? No. Creo que no. Luego pensé en Jack London y en su cuento ese JODIDISIMO, Encender un fuego, donde un tipo está caminando por un bosque buscando un campamento en temperaturas bajo cero y claro, el cabrón hijo de su chancha madre no hizo caso a los consejos que le dieron de no viajar solo con ese clima, y cuando se viene a dar cuenta, se le empiezan a entumecer los dedos de los pies, de las manos, y la puta sangre deja de circular en su cuerpo. Todo el cuento es un sufrimiento porque el cojudo intenta encender una fogata, pero la temperatura es tan baja que claro…pelotudamente se va congelando…

Triste che. En ese momento, tomé el teléfono y llamé a mi querido Osama. Claro, recuerden que mi estado de hijueputez era profundo. Entonces lo llamé y le dije que se venga a las 23:40. Ahí recreé una escena de Pretty Woman, porque yo siempre he creído que la vida imita al cine!!! Me cago que me inspiré JA!!! En esa escena Julia Roberts espera a Richard Gere chuta (desnuda), sentada en una silla y vistiendo únicamente una corbata y unos tacos negros.

Emputada con el frío, hice lo mismo. Me ondulé el cabello, me enchuté, me entaqué, me puse una corbata y me senté en una silla a esperar...mientras de fondo puse a The Doors. Osama me llamó al celular ni bien estuvo en la puerta de mi casa, le dije que pase…

Entró y se quedó parado como estúpido…En mi interior se libraban mil batallas, llenas de traiciones, muertos, sangre y heridos. Una guerra más larga que la guerra de los 100 años. Y claro, había una especie de hielo extendiéndose por ese hueco negro y profundo al que algunos cariñosamente llaman “corazón” JA! Le dije: Come on baby, Light my fire…

Y el hijo de puta de Jim Morrison, estaba de acuerdo conmigo…y el resto de los The Doors, también creyeron que la idea no era tan mala.

Eran las 23:57 de la noche y el 2009 me sorprendió avivando una hoguera. Recuerdo que hubo fuegos artificiales, cohetes, olor a humo, y claro…mucho, mucho calor.

Mi celular y su celular sonaban, recibiendo llamadas y mensajes de textos. Otros cabrones querían felicitarnos. En medio de todo el despelote, pensé: JODANSE.

Más tarde nos separamos, el mundo volvía a ser un día gris. Sentí su mano en mi espalda, su mano grande…y otra vez el frío.

- Andate - Le dije.

Intentó decir algo, quizás ganar esa batalla por lo menos. Yo no quise saber nada. Ya no había fósforos, ni ramas, ni leña. The Doors ahora nos decían: People are strange.

Me sentí una pendeja, pero la culpa no era mía. Después de todo, ya le había explicado muchas veces que contrario a lo que pueda parecer yo no soy una puta Dulcinea, sino simplemente una procaz Aldonza.

Desde entonces, el frío me atenaza como en el cuento de Jack London.

Sí, en Santa Cruz de la Sierra Bolivia…la temperatura actual es de 30 grados centígrados, pero yo…yo no puedo dejar de temblar.