Queda la anécdota...y ahora surgen las leyendas, el impacto de la altura, los tanques de oxígeno que el gordo de Maradona no dejó entrar a los camerinos de la selección Argentina, el planteo poco ofensivo, que subestimaron al rival…(¡!), el cansancio que quedó de la anterior victoria, Maradona regalando un partido por cariños con Evo, etc…ahora todos tienen algo que decir para explicar lo inexplicable. El caso es que viví esa emoción extraña que pocos aficionados al fútbol vivirán nunca: la de saber que tenés un equipo de mierda y ver que ese equipo de mierda golea a un gran favorito… Mal no se siente, es una de esas cosas macondianas que sólo suceden en este país JA
La única desgracia, es que para el próximo partido de la selección nacional, voy a tener que soportar a cambas liados con la bandera nacional, con el coto lleno de pitos…creyendo que entramos al mundial. La vida te da….la vida te quita.
Después de esa cagada nos fuimos a comer, inmersos todavía en la sensación de irrealidad. Me comí 3 hamburguesas, tanta “emoción” me abrió el apetito y luego cuando quise retirarme a descansar en la paz de mi hogar, me topé con esta escena.
SE PUEDE SER MAS HIJO DE PUTA? Un cabronazo maldito desgraciado había osado poner el culo de su asqueroso auto tapando la salida del MIO. Monté en cólera, obvio! Pero como soy civilizada, esperé 5 minutos a ver si el dueño de esa mierda aparecía. Tic tac tic tac tic tac…NADA.
Le dije al cuida autos que vaya y busque a ese infeliz y que me lo traiga. …el chico volvió a los 5 minutos diciendo que “el señor ya viene”. Tic tac tic tac. Pasaron casi 10 minutos…cuando la ira divina, esa misma que hizo que Dios mandara el diluvio según las escrituras bíblicas, me golpeó con todo su poder.
El escocés seguía sin entender nuestra idiosincrasia. Cosa habitual desde que llegó. Tuve que explicarle que aquí había malparidos acostumbrados a hacer lo que se les cantaba el culo, desde botar basura en la calle como cualquier marrano, hasta estacionarse donde las bolas le dijeran. También le pedi que si no quería presenciar una escena fea, se vaya en taxi…porque ni bien apareciera ese cabrón, iba a salir el Hulk que llevo dentro, la perfecta hija de puta que EL nunca había conocido. El escocés, que goza de un buen sentido del humor, agarró su cámara y esperó.
Tic tac tic tac pueden creer que el maldito atorrante no llegaba a mover su auto? Sentí tanta rabia que por un momento tuve miedo. Miedo del absoluto descontrol que me inundaba, del instinto animal y asesino que se aglutinaba dentro de mi podrido corazón, de todas las frustraciones, decepciones, cagadas de este último mes condensadas con energía inusitada en el culo de ese auto obstruyendo mi paso hacia la libertad.
Pensé en Osama a quien ya he sacado para siempre de mi vida. Pensé en la falta de amor, de esa palabra pelotuda que todos insisten en vender como una realidad, y que yo veo como una gran broma, big joke…como un chiste de Benny Hill…donde el cojudo siempre se caía y se sacaba la mierda, mientras una música pedorra y putas risas artificiales se escuchaban de fondo. La broma infinita.
Pensé en cuerpos entrelazados jadeando de placer, en momentos de escandaloso descontrol hormonal, pensé en ojos, piernas, brazos, sonrisas, miradas, palabras, silencios, pena, muerte…pensé muchas cosas mientras la rabia me violaba de una manera salvaje.
Cuando ya no pude soportarlo y empecé a hiperventilar, decidí ir a buscar YO MISMA a ese desgraciado…eso fue lo que hice. Acompañada por un nervioso cuida-autos y un estupefacto extranjero, que cámara en mano documentaba todo, me metí a un restaurante donde el grandísimo cabronazo hijo de su chancha madre, maldito gusano de estiércol, obstructor vehicular, estaba comiendo mientras YO echaba raíces esperando sus ganas de ir a mover su asqueroso vehículo.
- O lo movés vos…o lo muevo YO - le dije emputadísima.
Salí sin decir nada más, me trepé al podrimóvil y di retro, lo suficientemente cerca del PUTOMOVIL, como para que su alarma haga temblar la cuadra. Había varios mirones presenciando la escena, el infeliz malestacionado, salió desencajado a mover POR FIN su auto.
Una tibia calma me inundó cuando pude sacar el Podrimovil de su prisión…el tipo atinó a pedirme disculpas, ni siquiera lo miré, consciente de que la ira renacería si hacía contacto visual con ese pobre cojudo.
…y mientras llegaba el sosiego, dejé de pensar. Volví a sumergirme en la charla pelotuda del 6-1, en "Maradona es un cagón", volví a tomar el papel de guía turística de una ciudad donde en cada esquina hay una historia, a cagarme de risa internamente por la huevada de Sprite: Tu amigo quiere con vos JA! y, casi sin darme cuenta, me olvidé de Benny Hill también…de la música pedorra y de las putas risas artificiales de fondo...