jueves, 30 de octubre de 2008

El Apego/El desapego (2 en 1!)

Sí, como siempre en los podridos extremos, tengo que encontrar un punto medio.

APEGADA?

Resulta que antes de mi viaje (el de hace mucho), fuimos al cine con el pelotudo de Osama. Vimos Sex and the city, y me quedó claringo que ser mujer es una bosta. Y que la culpa de toda nuestra patética vida sentimental son los ejemplos de ese tipo de historias, donde la única “feliz” resulta ser la pelotuda más ñoña, la hija de puta menos zorra, la calzonuda más chapada a la antigua…una tortura que viví durante 2 horas y pico. Morite Carrie Bradshaw! Y esa ropa…dicen que es puej alta costura, pero cuando vi unas plumas de pavo real coronando la cabeza de la cadavérica Sarah Jessica Parker, me dije: En estos momentos hay un pavo, que en el cielo de los pavos está en estado de histeria, preguntándose si para esa mierda fue que trajo plumas al mundo.

Al salir del cine, conversaciones van, conversaciones vienen… me puse a echarle mierda al pelotudazo, bolas tristes, eunuco emocional, retrasado mental de Big. Mientras despotricaba y seguía cabreada, Osama se quedó callado…

- Me gustas cuando callas, porque estás como ausente – le dije…
El sonrió, me tomó la mano, y dijo con voz de tipo noble, bueno y decente…
- Sabés qué fulanita, si yo supiera que existe un hombre mejor para vos…sería el primero en alegrarme de que estés con él, porque te merecés lo mejor.
- De verdad?- Pregunté
- Claro que sí.
- Y si yo me casara con ese pelotudo “mejor que vos”, irías a mi maldito matrimonio y bailarías conmigo feliz?
- Sí, mi amor…claro que sí.
- Y si yo tuviera un hijo con ese “otro hombre”, ese asqueroso atorrante, ese que seguro me cogería hasta decir basta y quisiera que seás el padrino, para compartir mi dicha…vos no tendrías problema?
- No, mi amor…yo siempre voy a querer lo mejor para vos.

Me quedé calladita. Mierda, desde que me enteré del adulterio-puterío de Brad Pitt, que no me enojaba tanto. Apreté tan fuerte mi caja de pipocas dulces, que varias cayeron la piso.

- Me vas a escuchar bien cojudo!!!! Pero bien escuchadito, pendejo!!– grité muy indignada – Todas esas mierdas de estoicismo amoroso te las podés meter allá donde la espalda pierde su bello nombre. Te diría por el culo! Pero estamos en público y no quiero ser ordinaria, porque yo soy una dama OISTE? Y TE VOY A DECIR ALGO MAS PELOTUDO!!! A mí me interesa una mierda, me escuchás…una mierda que en este cochino mundo exista una locona capaz de hacerte más feliz que yo, oíste??? Que te coja mejor, que te pueda dar 10 hijos, y que vaya a hacer todas las pelotudeces que yo no voy a hacer JAMAS!!! No me importa si hay una camba hija de puta dispuesta. Me entendés??? Vos sos mío y PUNTO! – exclamé airadamente, roja de ira, al borde de un colapso nervioso.

En medio de mi ataque de histeria, se acercó un conocido nuestro, cosa que me rayó más. Ni bien el impertinente hijo de puta (Sí, VOS, maldito, VOS) se fue y nos dejó solos con nuestra mierda…Osama me preguntó (ya pa rematar):

- Estás enojada?

Lo miré con infinitísimo odio. Y sin decir palabra lo dejé ahí botado y me fui muy indignada a mi casa. Debo reconocer que no es la primera vez que lo abandono en la vía pública. Se me ha convertido en una molesta costumbre…

DESAPEGADA?

A veces me siento como La Sirenita de Hans Christian Andersen. Desconectada de todo y de todos. Como esa puta huevona que miraba con nostalgia a los seres humanos. Añorando un par de piernas. Sí, me imagino recostada en una roca solitaria en medio del mar, pero cerca de la playa…en tetas carajo! JA! claro, con las tetas al aire, atisbando las fiestas, el bullicio, viendo pasar barcos, observando rostros, y siempre terminando dicha contemplación con un coletazo que me lleva directo al fondo del mar.

La semana pasada me invitaron a ver una película que se llama El Orfanato. La historia trata de una tipa que era huérfana, que cuando crece y está casada regresa al lugar donde se crió para abrir una nueva residencia de niños. A ella la acompañan su esposo y su hijo (adoptado) que tiene VIH. Este niño (una criatura divina) desaparece sin dejar rastros, la tipa se obsesiona porque no puede dejar ir la cuestión, porque ama tanto a su hijo que sencillamente necesita encontrarlo. JODIDO!!! Y claro, me imaginé vívidamente a ese pequeño Podrido Jr. que todavía no ha nacido, pero que algún día llegará. Carajo!!! muy jodido.

Mientras esa mierda terminaba, el agua salada del océano me inundó el alma, y empecé a llorar como si estuviera en marea alta. Me cago, con lo que me emputa llorar en público. Y luego, muy consciente de mi estado de desasosiego, me entró un ataque de risa. QUE TAL ESA!!! Y yo decía: “No es nada, son pedos atajados”. Pero no podía parar con semejante oleaje de lágrimas.

Luego de un rato en tan deplorable estado, me sequé lo salado sobre un hombro que pillé por ahí, me arreglé el cabello, me puteé interiormente por semejante ataque de boludez y volví a ser yo. Había llegado el momento de, otra vez, golpear el agua con mi cola y volver al fondo del mar…

miércoles, 22 de octubre de 2008

El emputante dolor de cabeza

Que alguien se apiade de mí!!! Necesito que me metan un balazo carajo!
Estoy despierta como pelotuda desde las 5 de la mañana! Ya no aguanto más! Todo empezó anoche cuando me puse a googlear a escritores suicidas hasta la 1 de la madrugada. Así de huevas tristes soy. Luego me fui a dormir, y claro…tuve un sueño que pudo haber sido dirigido por el cabrón de González Iñárritu! Tres historias en una sola echada JA!

No voy a describir mucho, porque las pezuñas de Satanás andan bailando jarabe tapatío por todo mi cerebro. Resumiré: Una versión mía bien gótica, vestida de rojo sangre, se tira por un gran ventanal y cae boca abajo en una calle angosta y empedrada. Luego viene otra versión mía bien gótica, vestida de negro y champa su dedo índice en el charco de sangre que ha dejado la otra pelotuda y luego se chupa el pinche dedo. No es un video de Evanescence, carajo!!

Después paso a Polonia. Dizqué. Polonia, invierno, frío…estoy vestida con overol y parezco pertenecer a un grupo de trabajadores tipo fábrica soviética de los 30s. Ahí me encierran en un galpón con una tropa de cojudos, tapiando ventanas, puertas, dejándonos a oscuras como si fuera puej Ensayo sobre la ceguera! Grito como descosida un rato largo (creo que ahí empezó a generarse el dolor de cabeza)

He ahí la segunda historia. La tercera es cuando desprendo una tabla y consigo salir, me voy hacia un bosque, y me topo con un vampiro. El vampiro al principio parece un tipo libidinoso, hot y culeable. Pero no señores, era muy muy malo, por lo que luego termino escapando a medio-coger.

En la huída me despierto. Estoy en Santa Cruz Bolivia. Qué país de mierda. Y claro, me empieza punzar la sien. Intento leer para distraerme, porque sé que no podré dormir de nuevo. A las 7 me tomo mi primer trío de aspirinas. Espero, para luego maldecir a la medicina moderna. No cesa. No cesa!!!! No es como Borges dice que cómo cesan los sueños cuando sabemos que soñamos! NO CESA!!!

Al medio día vomito bilis (no estoy preñada, carajitos) y el dolor ya es insoportable, pido permiso en el trabajo y vuelvo a mi casa con ganas de morir, con ganas de como decía Raul Otero Reich: Dejarme caer, dejarme arrebatar súbitamente por la inmensa cachuela del espacio. Tomo un trío de Tylenol. Hace un rato me embadurné la cabeza con mentisán, me até un pañuelo con alcohol, Osama vino directamente a apretarme la cabeza con sus manangos, pero nada. NO CESA!!!! Y eso que en una mano suya entra casi toda mi cabeza.

Es como si tuviera el nuevo jumbo de Aerosur implantado de trompa en mi coronilla. O como cuando Mickey Mouse dirige las olas en Fantasía, sólo que yo no soy el puto de Mickey Mouse. O si las Torres Gemelas hubieran tenido nervios o emociones, es lo que deben haber sentido cuando los aviones de United se estrellaron en sus costados.

Y ahora con fuerza, surge de entre tanta inflamación onírica, una frase. Una frase que se abre paso a codazos en medio de tanta pus mental. Anoche, en mis desvaríos y búsquedas nocturnas, me topé con Jacques Rigaut. Un pelotudo que se condenó a morir a los 30 años. Un cojudo que escribió un libro llamado Agencia Central del Suicido.

Un cabrón francés y poeta, que en su suicidio hasta usó una regla para no pelarle en el balazo a su corazón. Un lunático que dijo una frase maravillosa a la que en estos momentos de insondable dolor me aferro: “Je serai un grand mort" (Yo seré un gran muerto).

miércoles, 15 de octubre de 2008

La charla "social"

Me emputa escuchar sobre tu día, me tiene recontrapodrida saber si tenés un uñero a punto de gangrenarse, me revienta que me contés de los pelotudos que te rodean y no te comprenden, y me vale un carajo que tengás hobbies, pasatiempos, aficiones, desviaciones, perversiones o adicciones. Sí, vos no me importás una mierda.

Sonó duro, pero es verdad. No me gusta el parloteo “social”, la charla pelotuda, ese intercambio de palabras al huevo con el que tenemos que convivir todos los fucking días. Esa inútil gasto salival de máscaras contra máscaras.

A mí me gusta escuchar a la gente que me interesa escuchar, ese prójimo raro y poco frecuente que me cae bien, ese ser atípico con el por alguna extraña razón tengo feeling o por lo menos la más básica simpatía. Ese pequeño homo sapiens que consigue hacerme sentir en “confianza”. Aún cuando la "confianza" en estas épocas, resulte un concepto engañoso.

Ejemplo 1: Osama y yo fuimos a ver esa bosta de película llamada “La Promo”. Me cago! menos mal que no soy diabética porque me sacaban en camilla del cine carajo! Era con Andrea Herrera, eso sí lo recuerdo. Y trataba de unos cojudos hijos de los 90s que no tienen otra cosa mejor que hacer que pelotudear por unas poleras de “promo” y claro, vivir una "intensa y profunda" amistad. Confieso que me costó engancharme porque yo a mi promo me la paso por el culo, verdad. Es más, no me gusta hablar del colegio. Institución absolutamente insana JA! Estaba tan aburrida la cosa (porque más ritmo tiene el gordo Méndez bailando reguetón), que en una de esas Osama y yo nos empezamos a meter mano en el cine. Estuvimos como 10 minutos de película en esa faena, hasta que…nos pillaron, pero eso es pa otro post JA!

Bueno, después de salir con la sensación de que el cine boliviano apesta, pero no deja de ser “inspirador” QUE TAL ESA!! en plena puerta del cine se acerca un conocido/amigo/colega de Osama.

Querido intruso, no es que sea tímida, ni alzada, sencillamente cuando vos te parás a hablar huevadas cerca de mí, yo ya volé a otro mundo, a otro lugar. Un lugar bonito donde vos pendejo, no existís!

Ejemplo 2: En el trabajo pesqué a una hija de puta malparida, que andaba quejándose de que “Fulanita, sólo habla con los de su sector”. Nunca entendí porqué la gente en este cochino pueblo vive del saludo ajeno, de la palmadita amistosa, del hachazo subliminal…JA! Entonces la agarré del bracito, y le pregunté: “Qué mierda querés saber de mí? Hablá carajo, hablá!”…no pudo decirme nada, por lo que le dije: “Entonces no jodás!”

Querida compañera de trabajo X, si no te hablo es porque no se me canta el culo, si no te saludo lo mismo, si no te converso, IDEM, si prefiero poner pomada a una hemorroide antes de preguntarte cómo mierda estás, IGUAL!

Finalmente volví a mi casa y me emponcharon a un sobrino que adoro. La criatura tiene 7 años y es un pequeño hijo de puta. Me mostró su celular con orgullo.

Podrida: Carajo!!! Y vos qué mierda hacés con esto!
Sobrino Podrido: Charlo con mis amigos. Además todos tienen uno. Está "in". Oye fulanita (no me dice tía, me llama por mi diminutivo) no digás malas palabras!
Podrida: listo…y de qué culo hablás con tus amigos?
Sobrino Podrido: del colegio, de la vida, de todo un poco. Fulanita, decís muchas malas palabras eso no está bien.
Podrida: me cagaste! de verdad¿?
Sobrino Podrido: Las chicas bien no dicen malas palabras.
Podrida: Debe ser que no soy una chica bien.

En eso el pinche celular suena al ritmo de Marilyn (ni puta idea quién es, pero mi sobrino dijo que eso era), el pequeño cabroncito contesta y empieza una charla simple, sencilla, básica.

Me enternezco. Yes! Lo miro con una mezcla de simpatía y de tristeza. No me animo. Puedo ser una hija de puta, pero no me animo. No me animo a decirle que quizás esas charlas que tiene en esta época, serán las más sinceras que tenga en su vida. Que tal vez sea la última vez que el concepto de "confianza" resulte absoluto.

Porque más adelante su mundo infantil avanzará hacia la adultez. Ese nocivo estado en el que el ser humano aprende a moldearse a sí mismo, a fingir ser lo que siempre soñó pero nunca consiguió ser, a falsear estados, sentimientos, frustraciones, a charlar sobre eso, a sonreir sobre eso, mientras a su alrededor, estarán otros adultos padeciendo de la misma "enfermedad"... viviendo en un mundo que paulatinamente se convirtió en una “breve mascarada”.
Qué cagada, no?

Por eso es que aparte de estar podrida de tanta caretada, no celebro Halloween, lo encuentro obscenamente redundante.