Los psicólogos

Resulta que después de que el Síndrome de Mowgli (el niño de la selva) me carcomió el espíritu y la cabeza durante 16 putos años, en un momento dado me miré al espejo y me dije:

“Mierda, sabías que la gente anda diciendo que vos y yo estamos locas?”.

“No puej cojuda”

“Sí, cojuda”

“Y qué pensás hacer, cojuda?”

“Ir donde los malditos psicólogos, cojuda”

“Estás tronada, cojuda”

“Corrección, estamos tronadas, cojuda”.

Y así tuve mi primer psicólogo. Ese hijo de puta era psicoanalista, por lo que tuve que echarme en un sofá y pagar 20$us por hablar puras huevadas de mi infancia, de mi familia y todos los factores inconcientes que habían convertido a esta hija de puta, en esta hija de puta, mientras ese cojudo me miraba las tetas. El romance no duró, porque al maldito era medio acosador, y después de decirme que mi Electra estaba desatado (prueba de ello el infeliz, cabronazo de JG, quien ojalá se siga calcinando en el infierno), me derivó a un conductista.

Todo estuvo bien, además la boluda era mujer y juntas chismeábamos de lo lindo, aunque luego me di cuenta que habíamos cruzado la línea paciente-terapeuta. Hasta que a mi familia se le ocurrió que nos vayamos a vivir al exterior durante 2 putos años. Pa qué que extrañaba Bolivia. Y todos los días, mandaba a la mierda a alguien, me encerraba en mi cuarto (tal cual dice mi biógrafa) y pensaba en mis psicólogos criollos. Rápidamente me llevaron al psiquiatra, QUE TAL ESA!!! Quien luego de UNA sesión, me recetó pastillas varias, entre ellas la de la felicidad. Al recibir la receta, y leer toda la mierda que me tenía que meter para ser “normal”, le dije: “Oiga, usted piensa que yo voy a tomar todas estas mierdas? Pa eso le he pagado 50 euros?, Me está jodiendo?? Porque no agarra esta receta y se la pone allá por donde no entra el sol?”.

Me salí muy muy cabreada, y bueno, volví a otro psicólogo, el cual luego de hacerme dibujar huevadas y de someterme a rigurosos tests, me hizo la siguiente devolución:

”Rasgos Megalómanos, narcisistas, histéricos, esquizoides y paranoides”

“Bueno, pero qué más. Toda esa mierda está clara hace años”.

Volví a Bolivia, pasó lo de JG, y ahí se me terminó de zafar un tornillo, pero no por tronada…sino porque vi la luz!.

A la pregunta preocupada de mi madre: “Fulanita de tal, cuándo tenés sesión?” Muy resueltamente conteste: “Nunca, oíste. Nunca más en mi puta vida. Vos y el flaco (papá) son unos bellacos de mierda, por qué no se hacen terapia ustedes carajo”. Luego de patear una mesa, me jui a mi cuarto, agarré la calculadora e hice cuentas.

Según lo analizado, el puto Colegio de Psicólogos me debe alrededor de 4,500$us. Mierda, es que los cabrones europeos me terminaron de cagar la economía con sus precios. De todas formas, tengo todos los nombres de esos cojudos anotadingos, así si me viene un brote psicótico, y me da el síndrome Terminator, a los primeros que buscaré van a ser a esos cambas. Y luego directingo al feisbuk >=).