viernes, 11 de febrero de 2011

¿Comunicación?

Hay cosas que es mejor no entender, ni preguntarse el POR QUE. La ignorancia puede ser dicha. Así es mis pequeños suspiritos azules. Mejor no buscar explicaciones al pedo, mejor mantener el enigma  en cuanto a temas tristes e inquietantes o simplemente inoficiosos. Ejemplo: Los últimos discos de Shakirita; el final de Harry Potter; el coma de Cerati; la sexualidad de Cristiano Ronaldo...sí, hay cosas que es mejor no saber, no entender, no preguntar, no tratar de explicar. El de arriba y el de abajo deben darte la sabiduría para aceptar lo que NO se puede cambiar.


En las relaciones de pareja sucede la misma mierda. Los terapeutas improvisados, las almas gemelas de Paulo Coehlo, los amantes que no cogen, o aquellos cuya "madurez" los ha vuelto aburridos, ordinarios, insisten que la comunicación y las explicaciones son el camino a la felicidad. Mueran, malditos, mueran!


Hace unos días, estábamos Pelotudo y yo como cualquier parejita ñoña y pendeja que cena y finge ser feliz. Le digo a Pelotudo, inocente con la cara que pone el Gato con Botas en Shrek: "Me encontré con fulano de tal, me dijo que mañana van a ir a tal lugar". Pelotudo inexplicablemente se irrita,  y me lanza la siguiente frase: "Qué! Tengo que pedirte permiso acaso?"


Lector habitué de este blog. Lector que recién llega. Tengo cara de ser una pobre cojuda, calzonuda, hija de puta capaz de aguantar a un loser, a un animal, a una bestia peluda que aprendió a hablar, a caminar , a limpiarse el culo, gracias a que una mujer lo parió? tengo cara de ser una mamerta que socapará comportamientos del orto de cualquier  malcagado lizo? TENGO CARA? 


Acá corresponden tres acciones que definirán el curso de nuestra relación, porque una vez un camba se te sube al coto (y con camba me refiero al hombre en cuestión sea este colla, oriental, suizo o australiano) SE TE SUBE como mono a un árbol de guineos.


1) La actitud ñoña, explicativa, Heidi lobotomizada. María la del Barrio.

Esta generalmente la toman pendejas que son adolescentes, o viejas que nunca dejaron la adolescencia y que están destinadas a ser alfombras del hijo de puta de turno. Son brutas, ciegas, sordo, mudas que se preguntarán: "lo estoy asfixiando? qué quiere decir con que no me tiene que pedir permiso? eso quiere decir que no me ve en una relación a futuro? Ay, es que de niño le pasó esto y esto, y su familia esto, y sus otras cortejitas esto, yo le tengo que enseñar" ÑOÑA. Y luego vendrá la fase emo-compensatoria: "Tengo que demostrarle que valgo la pena. Lo voy a mimar para que vea que soy easy going. Ay, debe estar estresado el pobrecito y yo jodiéndolo con huevadas. Mejor le pregunto qué le pasa, si vamos a ser pareja, hay que hablar estas cosas"...sí, sí, sí... Esperen, voy a ir a vomitar al baño. 


Mensaje que el hijo de puta interpreta: A esta pitufina la cago, y ella además de limpiarse solita, viene y me da las gracias.


2) La histérica malcogida


Esta opción generalmente la toman las mamertas que no saben manejar frustraciones. Confieso que esta ha sido mi favorita hasta hace un par de años, pero he descubierto que es igual de poco efectiva que la primera. "Pero quién mierda te creés que sos? Pensás que me voy a quedar deshojando margaritas mientras vos te vas  a dónde culo sea? Pensás eso, malparido? Por qué no te metés tu permiso por el orto cabrón. Metetelo bien hondo y profundo hasta que llague, maldito" 


Si se puede... botarle la comida, el vaso de agua o lo que sea encima. Hacer una salida muy Scarlett O Hara y luego quedar con la culpa del exceso, otra vez el círculo vicioso de la explicación pedorra y en términos generales, igual de inoficioso que la acción uno.


Mensaje que el hijo de puta interpreta: Cómo le duele que la cague. I have the power.


3) El condicionamiento clásico de Pavlov o el chorro de agua Sheldon Cooper


Mis queridas Hello Kittys: Pedir explicaciones o intentar interpretar las mierdas que hace o dice un hombre es MUY AL REVERENDO PEDO. No hace falta, no importa un carajo, no cambia NADA. Cojudas del mundo, pa qué putas gastar UN SEGUNDO de tiempo así. Igual que con el psicólogo de perros de Animal Planet, no me responsabilizo por cómo apliquen MIS conocimientos.


Decía, mi recomendación...una conducta se interrumpe cuando recibe un refuerzo negativo, se repite cuando recibe refuerzo positivo. En mi caso me emputé por dentro pensando que Pelotudo era un Pelotudo cabrón, maldito, imbécil, retrasado mental, eunuco emocional, larva apestosa, sí. No importa si le bajó la regla, si le salió un grano en un huevo, me cago! Lo miré sin decir nada...y seguí charlando de temas varios, nos despedimos, toqueteos del muñeco, catre, todo bien. Ni bien llegué a mi casa apagué mi celular. Y lo apagué TRES días. No contesté el fijo, ni respondí mails, ni nada de nada...cuando finalmente contesté. Pelotudo pregunta QUE PASO, DONDE ESTABAS. Y yo respondo: Qué, acaso te tengo que dar explicaciones o pedirte permiso para disponer mis tiempos?


Mensaje que el hijo de puta interpreta: A esta la cago, y ella me va a cagar también.


Después de ese exabrupto y mi refuerzo negativo llamado perra indiferencia, Pelotudo anda atento y cursi como galán de película francesa. 


Así es cabrones y cabronas, ya pasé por todas. A mí, el que intente cagarme, recibirá a cambio una bosta multiplicada al infinito. No pediré explicaciones, no deshojaré margaritas, no gastaré un solo minuto de mi tiempo intentando comprender hijueputeces. 


La comunicación está sobrevalorada. Podrida SA tuvo alguna vez las ganas de bucear en la psiquis masculina, cuando se dio cuenta que se trataba de una pequeña pecera séptica de unos 10 cm de diámetro x 5 de profundidad, decidió guardarse esas ganas allá por donde la espalda pierde su bello nombre... 


Mejor apegarse a las palabras de Anaís Nin quien en los 70s, pendejamente, lo tenía muy claro: "Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria y a establecer relaciones ordinarias".