jueves, 3 de febrero de 2011

Pájaros

Anoche me soñé que tenía un restaurant que se llamaba "Soplo de vientre", y que los focos que iluminaban el boliche tenían forma de tetas. Se lo conté a Pelotudo, esperando una contribución a la interpretación onírica de mi psiquis. No es que crea mucho en esas mierdas, pero estaba más aburrida que coronación de reina del carnaval.


Fue echarle margaritas a los chanchos. El hijo de puta me preguntó por más detalles: qué comida servía, cómo eran mis meseras, qué tan grandes eran las tetas luminosas, y si, dato muy importante, tenían pezón. Después de semejante respuesta, me dio más flojera comentarle que en mi sueño, una vez salía del restaurant me perseguía un pastor alemán. No. No un perro. Un jodido pastor de esos que predican, cuyo origen era alemán JA


Si el pendejo elevado al cubo de Freud viviera.