Ciertos olores

Me pudre la hediondera.
A ver cochinitos de mierda, vamos a hablar a calzón quitao.

No debo ser la única pelotuda que ha tenido que soportar los olores apestosos de algún hijo de puta. Los hay de todos los tipos, aunque he descubierto que uno mismo es lo suficientemente cerdo como para no molestarse por las hedionderas propias.

A mí me emputa tener que soportar cochineras ajenas, mi cara se vuelve una uva pasa sin ningún disimulo, y luego tengo que decir algo al respecto.

Sé que el tacto, la cortesía, y las normas básicas de relacionamiento impiden que vos le digás a un cojudo: Mierda que olés a bosta. Pero si el pendejo en cuestión, no tuvo el tacto, la cortesía y las normas básicas de relacionamiento como para no venir con esa hedentina a mi presencia, se puede pudrir en el infierno.

Este pueblo brinda la oportunidad, gracias al calor, la humedad y la ventolera, de convertirte en “perfumista”. Así como el loco de mierda de El Perfume, me he vuelto una experta “catadora” y además solucionadora de hedentinas, pudiendo clasificarlas en:

- El famoso olor a sobaco: Este es uno de los más comunes y CARAJO! Uno de los más apestosos. Ese “perfume” rancio, que empeora de acuerdo al ser humano que lo expele y que puede tornarse realmente insoportable. Podés decirle: “Puta, te apesta tu sobaco oye”. Se soluciona de una manera muy simple: usa puej un desodorante, cojudo de mierda. Hay quienes me dicen que debo comprender, porque aunque se pongan desodorante igual hieden, solución? Usa puej dos o tres desodorantes, cojudo de mierda. OJO AL CHARQUE cojudos, si tu sobaco ya empezó a hediondearse, no seás bruto rociándote el desodorante encima del asqueroso olor. Tenés que tomar una ducha, pasarle harto jabón a la cochinera esa, y una vez estés limpito, RECIÉN echarte el desodorante 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, veces hasta que olás como un frasco de popurrí.

- El archiconocido olor a pezuña: Mierda, este olor a queso en estado de putrefacción es el que menos tolero. Una vez esa huevada empieza a heder, olvidate, se perfuma toda una casa. Cuando ya es el colmo de insoportable, le podés decir al pezuñento: “Sabés qué cojudo, remojá tus patas en gasolina y prendele fuego al imperio de hongos que albergás”. Solución? No cuesta nada, queridos cerdos, cortarse las uñas, secarse los pies antes de ponerse zapatos, entalcarse bien las patas, no usar zapatos demasiado viejos, etc.. Un poquingo nomás de respeto a la nariz ajena.

- El apestoso mal aliento: Carajo, la gente generalmente bota sus olores bucales a la cara de uno. Entonces, me pone muy violenta el oler bocas-cloacas, no sé cómo se llega a esos niveles de hediondera, que además bien lo dicen las sabias propagandas de colgate, kolino, pepsodent, te espanta puej las amistades y, sobre todo, una buena quebrada de catre. Podés decirle: “Apuntá a otro lado, antes de que me desmaye ese olor a puchi que sale de tu hocico”. Solución? Andá puej al dentista flojo de mierda.

- Pedos y eructos: Hay que reconocer que cuando uno eructa y pee, el olor no molesta. De hecho hay las clásicas olidas debajo de la sábana que quedan inmortalizadas en las películas de humor escatológico. Ahora, el pedo ajeno es otro tema. Ese olor podría usarse en marchas, huelgas y bloqueos, y sería mucho más efectivo que los gases lacrimógenos. El gran problema y beneficio del pedo es su carácter clandestino y su línea guerrillera, sí, muchas veces nadie sabe su origen, el olor se esparce como un quemante veneno y no se tiene puta idea de quién lo hizo estallar. El eructo tiene esa ventaja si se es lo suficientemente vivo para camuflarlo, he visto gente que es un artista del disimule, y hay otros pobres hijos de puta, que no nacieron para esconder sus gases. Mierda, hay algo básico en saber controlar los gases de una manera eficiente. Si vos no sos de esos, dejá puej de tomar gaseosas, cosas condimentadas y otros, en presencia del prójimo, desgraciado irresponsable.

- El olor a culo: Bueno, este es un olor típico de gente que no se ha bañado hace varios días o cuya ropa no ha pasado por la lavadora hace mucho. Carajo!!!!!!! Una cosa es tener el estómago suelto, sudar sin control, padecer de halitosis, hongos y otra muy distinta es que vos seas un cerdo hijo de puta que no podás meterte bajo la ducha dos segundos pa sacar ese olor de mierda con que nos perfumás a todos. Lo que le podés decir es: Sabés qué cojudo? Sos un cerdo cochino hediondo y asqueroso. No seás puej roñoso y cabrón, BAÑATE! y de paso lavá tu ropa. Solución? Ya se la diste pelotudo!.

También me pudre el olor a basura, a comida descompuesta, a fruta podrida, a canal, a baño, a puchi de perro, gato, pato, vaca, llama, avestruz, tigre, oso, loro, ratón, el olor a moho, guardado, cacha, a establo, a quemado, a hospital, a cementerio, a comino, a perfumes rechinantes, a matadero, a vómito, a humo, a marihuana, y un largo etcétera.

Mientras tanto, nos vemos en el concierto de La Renga. Me recontra-pudren los conciertos, pero me comprometí a ir, mañana cuento cómo me fue.