Dormir como pelotuda

Me emputa en el alma que se me aparezcan sin previo aviso. O sea, porqué no tomás AVIVOL y te das cuenta que yo para salir con cualquiera a cualquier lado, necesito por lo menos un par de días para hacerme la idea carajo!! Sin embargo, esta regla de oro fue rota por una calentura de invierno.

No había contado lo que pasó con Osama, claro…cualquiera creería que todo empezó y terminó con ese beso obscenamente pornográfico que nos dimos como a los 10 minutos de conocernos. Una mierda. Ese hijo de puta resultó más resistente que una pila de duracell y cuando me vine a dar cuenta, lo tuve al camba nada más y nada menos que en la puerta de mi casa.

Estaba llegando a mi hogar hecha trapo (con lo fea que suena esa expresión), de MUY mal humor, esperando entrar a mi búnker y sumergirme cual Hitler durante sus últimas horas, en la soledad de mis pecados. Sí. Y lo primero que veo es a ese maldito infeliz apoyado en un poste de luz. Tuve la leve tentación de hacer la gran Speedy Gonzalez, dar la vuelta y correr, pero eso sería puej demostrar debilidad. Y yo muero de pie, mierda. JA!

- Mi último cortejo me llamaba Charlie – le informé cuando me acerqué.
Osama sonrió. Ni extrañándose siquiera de que no lo saludara como un ser humano normal y no le preguntara, repito: como un ser humano normal, cómo carajos había conseguido mi dirección.
- Por los ángeles de Charlie? – pregunta.
- No, porque así le llamaban los gringos al enemigo durante la guerra de Vietnam – digo desafiante. Pensando secretamente, que algo me pasa con ese cojudo. Algo raro, tétrico y perturbador. De orden sexual, emocional y psicológico JA!
- Vení – me dice, ignorando por completo tan importante dato. Intenta tomarme la mano y yo pienso que NO CARAJO!!! Nada de empanaditas, ni mierdas parecidas.
- Moderate oí, no seás lizo…carajo, vos pensás que voy a ir así nomáj como así…donde a vos te dé la gana???
- No, vamos a ir al cine – me dice tranquilo.

Soy una huevada. Mi mente rapidingo revisó la cartelera local, y se me aflojaron las piernas pensando en la posibilidad de ver Batman por tercera vez y teniendo como compañero de butaca a ese maldito infeliz.

- En el supuesto de que vayamos a ese cine miserable, qué vamos a ver?- pregunto.
- Batman…obviamente – dice.

Voy a hacer una confesión. En ese momento tuve la leve impresión de que por ahí ese hijo de su chancha madre había salido de aquí. O sea, que era uno de los lectores de esta mierda de blog. Todo era sospechosamente too much.
- Mierda que sos raro – Le digo. QUE TAL ESA!!!!!
- Vamos o no vamos?
- Y encima autista, carajo.
- Vamos o no vamos?
- Vamos puej mierda. Vamos. Es medio evidente porqué acepté ir. Y es medio evidente qué pasó después. Y es medio evidente que desde entonces (hace dos semanas ya), todo se ha transformado en una mezcla de variopintos y extravagantes cambios de humor (míos).

El último me llega hoy día. Son las 3 de la mañana y acabo de ver una película intitulada Grimm Love. El director le da ese nombre en honor a los cuentos dizques infantiles de los Hermanos Grimm, esos grandísimos hijos de puta que a pesar de escribir huevadas cuya envoltura luce “inocente”, sus historias son de lo más oscuras y bizarras. La mierda de película ha provocado otra vez el rebrote de mi insomnio en su máximo esplendor y ha dado rienda suelta a un aglutinamiento de pensamientos de toda índole.

Grimm Love es basada en hechos reales (mierda, así se me despertó el morbo a mí), la historia de un pelotudo (Armin Meiwes, para los morbositos como yo) que vivía en Alemania y que puso un anuncio en una página web: “Se busca un hombre joven, entre 21 y 40 años, que quiera ser devorado”…y adivinen qué carajitos. Otro pelotudo le contestó, y después de varios chateos…se juntaron, extasiados, felices, realizados…y llevaron a cabo una celebración: la celebración de haberse encontrado. Pusieron velitas, prendieron una cámara y uno de ellos se comió al otro. QUE TAL ESA!!

Me la miré todita, entendiendo a cabalidad esa huevada de que el vértigo no es el miedo a caer, sino a saltar….Pensé en esa fatua y perecedera ilusión de la palabra Amor, pensé en esos sentimientos sin nombre, inexplicables, oscuros y abrasadores que parecen emerger del mismo infierno, quemándote las entrañas. Es JODIDO.

Sí…y lo más cojudo, es que me extrañé a mí misma hace tres años JA! QUE TAL! Esa pelotuda creyente y confiada, ñoña y boluda, una cabrona puej que de conocerla ahora me emputaría a morir. Una hija de puta que en breves lapsos de locura, en breves resplandores de una mente atribulada extraño, pero que en el fondo de mi ser es ya casi una desconocida. Mierda, ya es el colmo puej del narcisismo. Y me vi reflejada…como en un puto espejo…en la voz en off que abre la maldita película:

“A veces sueño esto…En este sueño…mi vida es tranquila y ordenada…Resuelta. Todo tiene una razón, todo está en su lugar. Y ya no tengo miedo…Porque de alguna manera, en este sueño…dejo atrás a mi antiguo yo. Porque finalmente he encontrado lo que estuve buscando, porque en este sueño ya no estoy sola. Alguien más está ahí…Esta persona oculta, pero que definitivamente está ahí, y al saber que esta persona está ahí, siento que todos mis temores se elevan como niebla sobre un lago…

Y luego, luego despierto” Esta puta introducción pretende resumir algo tan grande y tan peligroso como la fuente de la vida eterna JA! Mis queridos bellos durmientes…es cuestión nomáj de ver cuándo nos toca despertar.

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