ESE

Me tenés podrida ESE!

Ese y yo terminamos. O mejor dicho: Terminé con Ese.
Ya había comentado antes, que nos conocemos desde la adolescencia, incluso él me echaba el cuento de que siempre estuvo enamorado de mí, que desde niños ESE me veía y sentía que yo era ESA, la propia. Qué hijo de puta, no?.

Claro que yo no he pasado por todas las que he pasado para creerle sus huevadas a cualquier infeliz, no. Pero, para no negarlo, empecé a involucrarme con ESE y terminé en un estado de semienamoramiento jodido.

Una mierda. Debí verlo como lo que es: un hombre y nada más. Resulta que hace dos noches, ESE me prestó su auto porque el mío anda en el taller, con tal motivo fui a depositar a ese hijo de las mil putas a su departamento y luego retorné a mi hogar.

Como yo era la que manejaba, ESE se había sentado en el lado del copiloto y milagros de los milagros, su celular cayó de su bolsillo y quedó pegado al respaldar del asiento.

“Mierda”, dije. “Pobrecito ESE, se ha quedau sin celular, llamaré a su fijo para avisarle”.
Esta pelotuda que soy, marcó a su fijo y ahí me contestó la señora que le limpia la casa, le prepara su cena y lo deja todo listo hasta que él regresa del trabajo, “Señorita, no ha llegado todavía”, me dice.

“Si lo acabo de dejar en la puerta al camba”, pienso yo.

Y ahí en más me faltaron dedos para hacer una inspección minuciosa del celular, me paseé por todos lados: llamadas recibidas, perdidas, números marcados, etc…NADA! Empecé a sentir ganas de vomitar, porque esa mierda no la hacía desde tiempos inmemorables, y era la primera vez en muchos años que me sometía a la tortura humillante de revisar un celular.

Entonces, empezó a sonar el puto celular. Nombre que aparecía en pantalla? IGNACIO. Y el hijo de la chancha de Ignacio, insistentemente llamaba. Eran las 10:40 de la noche, y comencé a preguntarme si ESE era gay.

Finalmente contesté sin decir nada y se escuchó una voz de mujer: “Hola???”Colgué conmocionada, y empecé a revisar de nuevo el celular, claro, el tal Ignacio aparecía en todos lados, EN TODOS LADOS!!!

Revisé los mensajes de textos y encontré varios escritos por ESE a “IGNACIO”:
El primero decía así:”Charlie era el nombre que le daban los gringos al enemigo durante Vietnam”

Interpretación?: YO SOY CHARLIE! Se puede ser más hijo de puta?

El segundo decía así:”Y?”

El tercero decía así:”Por ke?”

El cuarto decía así”Dejame tranquilo Pendeja!”

El quinto decía así
“Vos siempre has tenido eso y más, ragazza”.

El sexto decía así:
“Hoy a las 23:00”

Interpretación?: Ignacio era una mujer, su mujer, su chola del grandísimo hijo de puta. Y se iba a ver con esa loca a las 23:00.

Salí de mi casa como alma que lleva el diablo, pisando acelerador a fondo, y pasándome todos los rojos. Comenzaba a sentir una rabia asesina, que me hizo comprender porqué la gente mata al calor de los dramas pasionales.

Me metí a su calle, sin tener siquiera una idea de lo que YO iba a hacer en caso de un encuentro frontal, el destino quiso que ni bien mis luces alumbraron su esquina lo vi discutiendo con una fulana teñida, y la fulana teñida se fue cabizbaja por un callejón. Mientras, él caminaba hacia el auto y me reconocía.

Su cara se transfiguró cuando me vio…y abrió la puerta diciendo: DEJAME EXPLICARTE!!! Te lo puedo explicar!!”

CALLATE!!!!! Empecé a gritar y le boté el celular con fuerza. TE CALLAS COJUDO DE MIERDA! PUTTTTOOO PERROOO!!!

Escuchame!!! Fulanita!! DEJAME QUE TE EXPLIQUE!!!...decía el maldito asqueroso…

“No quiero escucharte!!! MALPARIDO!!!! Sos un hijo de puta! Cómo podés hacerme eso!! CÓMO!!! “Decía yo, con justa razón, porque si hay alguien que sabe cómo fue todo con JG esa persona es ESE.

Me puse a llorar, y en mi histeria empecé a golpear el volante con los brazos…el auto estaba con las ventanas subidas y hacía un calor de mierda, el aire acondicionado no funcionaba, la cabeza me comenzó a punzar y los vidrios se empañaron…todo al calor de mi llanto.

ESE guardó silencio un rato, demasiado abochornado por mi despliegue escénico como para poder hacer o decir algo.

Pasaron unos segundos. “DEJAME HABLAR, por favor! Sólo te pido que me escuchés”, dijo.

No dije nada….y ESE dio su versión: “esa mujer que has visto es menganita de tal…ya te he contado todo lo que pasó con ella, fue el gran amor de mi vida hace 9 años…”

Me puse a reír, mientras lloraba…
”Claro, el gran amor de tu vida”, le dije con rencor…cuando a mí me decía que YO era el gran amor de su vida…

“En esa época fulanita!!! Te estoy hablando de esa época!. Vos estabas varios cursos más abajo que yo, eran otros tiempos!. Ha vuelto después de 9 años…y cree que podemos retomar lo nuestro. Me ha estado llamando, pero yo no quiero nada con ella, no siento nada por ella…”

“SOS UN MENTIROSO!!! He visto tus mensajes, para qué mierda le decís ragazza si no sentís nada por ella??! Para qué culo le contestás sus mensajes de texto a esa loca si no estás dándole el lau ah??!! POR QUE MIERDA ESTAS AQUÍ A LAS 11 DE LA NOCHE EN UN CALLEJON CON ESA PERRA???”, gritaba

Estaba muy cabreada, demasiado cabreada diría yo. Era como una película clase Z en que yo era la actriz sobreactuada.

“Fulanita, yo te amo, te amo desde siempre…no podría vivir sin vos. NO tengo nada con esa mujer!!! Ella quería que la ayude con un favor, quería que sea garante de unos terrenos…”

“QUÉ????!!! Sos un pelotudazo!!! NO ES LA MISMA LOCA DE MIERDA QUE ESTUVO CASI PRESA POR NARCOTRAFICO??!, A esa pendeja es a la que estás pensando ayudar de GARANTE??? Vos pensás que soy estúpida no?”

Ahí, ESE empezó a llorar, a intentar abrazarme mientras me decía que me amaba, bla bla bla bla bla bla bla bla y mucho más bla.

Yo lo empujaba, gritaba y lloraba como descocida. Es triste ilusionarse, y recibir un golpe bajo de esa naturaleza…muy triste.

De pronto, y sin previo aviso…vino la calma. Me calmé, como agua de pozo…y con una voz que ni siquiera reconocí por lo afónica y “graznienta” que estaba, le dije: “Quiero irme a mi casa…”

“Yo te quiero sólo a vos, te necesito, te deseo…no puedo vivir sin vos. No me hagás esto”…suplicaba ESE.

“No me importa” dije muy serena. “Me voy a mi casa”.

“Mi amor, vos sos el amor de mi vida. Me vas a destruir si me dejás…”

“No me importa”.

De pronto, le brinqué, me lo prendí…me lo cogí…y claro, él dichoso. Mientras me abrazaba, susurré:

-Esto es lo único que vos y yo podemos ser a partir de ahora. Dos cojudos que de vez en cuando cogen.

Me despegué de sus brazos, mientras lo escuchaba suplicar, me vestí y salí corriendo a buscar un taxi. Él, aún no repuesto del shock, no pudo atinar a vestirse a tiempo…lo vi a lo lejos ya desde el taxi, peleando con su ropa…

Llegué a mi casa y me puse a llorar como un niño. Han visto cómo lloran los niños?

Mi umbral de tolerancia a la traición se ha vuelto minúsculo…pero junto con eso soy más resistente que antes, y aunque sufra y me derrumbe agarrándome de las paredes de mi casa para poder caminar, hago lo que el poeta español León Felipe dijo mejor:

”Navego sobre mi llanto”.