La sequía

“Are you talking with me?” Decía Robert De Niro a su imagen en el espejo. Una de las escenas míticas de Taxi Driver.

Eran las 3:20 de la madrugada del día sábado cuando decidí salir a manejar con la música a toda madre. No quise llamar a ninguna huevona cuya idea del desestress sea recorrer la “populosa” Av. San Martín. Tampoco quise llamar a ningún cojudo, cuya idea de brindar apoyo y consuelo sea con el soldado en pie de guerra. Entonces me resigné a hacer una gran “manuela” emocional, y solventarme yo misma.

Las calles vacías siempre son motivo de desvaríos a altas horas de la noche. Me puse mis converse, me sentí requetecool, y vistiendo una polera del Che Guevara me subí a mi Hundai, con la firme convicción de ser una pequeña hija de puta venida a menos.

Mientras recorría esta ciudad, veía esos graffitis horrendos donde se presagia la muerte de Lineras un Domingo, seguían aquellos de “Evo sos la chola de Chávez”, o “Automonos”, o “Tuto = Goni”, o ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzZZZZ qué aburridas las paredes de esta mierda de pueblo no?.

Fue entonces cuando me dieron ganas de pelar el spray. Eran las 4:00 de la madrugada, me dije que mientras me saque la careta todo iba a salir bien, sin escándalos o utopías, con la sinceridad propia del desvelo continuo y la irracionalidad marchita de una mente trastornada. No, no es que esté tan loca como la bellaca de mi madre, pero bueno…hacia allá voy.

Busqué en el maletero, donde guardo las cosas que considero vitales en caso de emergencia:

1.- El spray (nunca se sabe cuándo vas a poder destruir el ornato público)

2.- Una manta (nunca se sabe cuándo podés chocarte o ser chocado y vas a necesitar cubrir tu vergüenza etílica de las intrusas cámaras de Mega o Giga)

3.- Ropa interior (de nuevo, nunca sabés cuándo te pueden llevar a emergencia y resulta que justo ese día no te pusiste tus calzones).

4.- Una botella de Coca-Cola, tiene varias funciones: calma la sed, sirve para quitar manchas, contiene cafeína para mantenerte despierta y sobre todo sirve para tomar el lado bueno de la vida no?. En caso de no estar en condiciones de llegar al maletero tengo el Plan B, que es mi carnet de donante de órganos.

El caso es que saqué mi spray y en pleno segundo anillo a la altura de cierta avenida concurrida, escribí:

País busca periodistas

Y tuve la repentina inspiración de escribir otro:
Evo no me mima….
Y Costas…tampoco.

Y otro:
Ahora soy highlón.
Atte. El tomate

Y ya cuando me sentía en el clímax garabateé:
Morite Cony.

Cony era una ridícula que solía pintar las paredes de la Av. Alemana con un spray verde, donde ponía graffitis ñoñísimos sobre el papel de la mujer boliviana como receptáculo de hijos patriotas.

Me senté en la orilla de la calle, totalmente absorta ante lo magnifico del amanecer. Pasaban algunos autos y me piteaban, no faltando los boludos de turno que querían darme un aventón aunque el auto estaba ahí, a la vista. Otros buscaban charla, pensando que estaba borracha o drogada, y podría ser un buen momento para romper catre con una desconocida irresponsable.

Sí, esta fauna cosmo-under-chic llamada Santa Cruz causa un terrible desasosiego a ciertas horas. De pronto escuché la canción “Good Day” de Dresden Dolls. Era mi celular. Alguien llamaba, alguien marcaba mi número en el amanecer del día sábado.

- Hola, Raskolnikov – dije sin contestar (chiste privado con un gran amigo al que no veo hace 7 años y que vive cruzando el charco).

Me puse a pensar que ojalá Borges tuviera razón. Ojalá yo sea el personaje que ha creado un cojudo hijo de puta, ojalá cuando pase el temblor, mi libro termine de una manera digna, léase: la muerte más pelotuda del mundo.

Definitivamente padezco de una sequía que me invita al abismo. Volví a mi auto…me miré por el retrovisor, y el reflejo me susurró: Are you talking with me?.

Me pudre esta sequía…