lunes, 14 de febrero de 2011

San Valentín

Y sucedió lo peor. Recibí una docena de cadáveres de rosas (si las cortás, las matás), una caja de chocolate con cadáveres de cacao (lo que no sigue creciendo, está muerto) y una tarjeta con el cadáver de mi inocencia (frases de amor que nunca jamás creeré).

Pelotudo me dedicó una canción: I´am your man de Leonard Cohen.

Y a mí lo único que se me ocurrió dedicarle fue: Bombón asesino, de Ninel Conde.

Quisiera contarle sobre el suizo que no pudo soportar la muerte del amor (divorcio), secuestró a sus hijas mellizas, se botó a las rieles del tren y las niñas andan con paradero desconocido, quisiera contarle sobre el ucraniano que aterrorizó a Nueva York el día de ayer después de asesinar a su ex novia, a su ex=suegra, a su padrastro y a dos transeúntes, quisiera contarle de Fulanita que hoy lloró sobre mis jeans diciéndome que se siente sola y vacía en fechas como ésta, quisiera contarle que amé dos veces y las dos me rompieron el corazón, quisiera informarle que me amaron muchas veces, y rompí muchos corazones también. Quisiera hacerle ver que el amor es sólo esa herida que uno le hace a otro o que otro le hace a uno. 

Luego, sólo quedan días de mierda, con cadáveres de rosas, cadáveres de cacao, cadáveres de inocencia.