Mierda, es que siempre digo que a estas alturas, mi cabeza es un árbol que crece hacia el cielo como el del cuento de Juanito y las habichuelas mágicas.
Yep, cornuda total. Con mi prontuario, mi lista de infieles aumenta considerablemente a cada rato. Mientras tecleo nomáj, deben ir naciendo varias astas. De hecho sólo hay tres pendejos, de mi extensísima lista, que se salvan, aunque de uno de ellos todavía hay el veneno de la sospecha >=).
Antes de ser la podrida que soy, era una hija de puta ñoña, cursi, pendeja, pelotuda, babosa, calzonuda, ridícula, arrastrada, idiota, cretina, boluda, estúpida, oligofrénica, mamerta, alelada, opa, mensa, bestia, animal, cuadrúpeda, etc...Estamos hablando de mis 17 años, pa atrás, como el cangrejo.
Y en ese estado de embotamiento mental me enamoré por primera vez. El famoso JG (Pudrite en el infierno, hijo de puta, cabrón). Este mentecato no era ni exageradamente churro, ni exageradamente sexy o platudo. Era un pobre cojudo, pero tuve un orgasmo mental cuando nos conocimos. Es decir, primera vez en la vida que había un exiliado del mundo, que compartía las mismas huevadas de películas, libros, y música apestosamente desconocidos para el resto de los mortales, que yo consumía en una clara patología asocial.
Del idilio, mañas, desagradables hábitos y asquerosas costumbres, hablaré algún día. Aquí el tema es el cuerno. Pues resulta que el joven, que además me llevaba casi 10 años, me plantó los cachos. La primera vez, se la dejé pasar al calzonudo, pensando: "Amo a este bolas tristes". Pero si creyeron que ahí terminó la cosa, NO!! El señor me volvió a cuernear. Hubo llanto, histeria, platos rotos, hijueputazos, y juego de roles con Nostradamus (léase, Podrida a grito pelado: "En el futuro te vas a quedar solo como el perro que sos, cabronazo!!"o "De aquí a 20 años, te vas a acordar de mí y vas a llorar, pendejo!". ) Aún así perdoné (qué cueruda la camba e´mierda ¿no?). Y así, llegaron la tercera, la cuarta y la quinta. Hasta que dije "BASTA!!! HIJO DE PUTA INFELIZ, MALDITO ENGENDRO DEL INFIERNO".
Después de la separación, descubrí un mundo totalmente nuevo. El mundo de los cuernos comunistas. Todos eran cornudos o cornudas, y unos cuantos apestosos, totalmente en contra-corriente con el gobierno dictatorial emocional imperante, eran fieles. Por ejemplo, la pelotudaza elevada a la enésima potencia, de fulanita de tal (YO).
Y así tuve otros cortejos, recibí otros cuernos, heridas de guerra digo yo, y claro está, nunca faltan las boludas y boludos, que vienen a intercambiar historias del campo de batalla y a mostrar las insignias.
Lo último fue descubrir que mi progenitor estaba encholado!! QUE TAL ESA!. Pero yo ya no estoy ni en edad, ni en posición social-filosófica de decirle nada, cada quien es dueño de su culo, y orificios anexos...
Es así que me puse a pensar lo mucho que me emputa saberme cornuda y lo mucho que me enferma tener que tomar una acción al respeto. Acción que puede ser:
- La negación: Cornuda yo????? Queridos, dicen que es la peor manera de enfrentar los cuernos. Pero mi larga experiencia en el rubro, me dice que NO es una opción del todo mala. Aquí se aplica bien el "Ojos que no ven, corazón que no siente". Si vos sos una de esas pelotudas arrastradas, que al enterarse de una infidelidad, vas a estar al borde del suicidio, cagándote la vida como una pobre cojuda, pa luego recibir a ese hijo de puta otra vez. Mi consejo es que adoptés esta opción. No te autosaboteés averiguando huevadas...Vos viví feliz en tu pequeño mundo.
- La comprensión: Los hijos de puta de los psicólogos dicen que los cuernos son un asunto de DOS. Si te ponen los cuernos y vos de pendeja, te los dejás seguir poniendo, pues la culpa es tuya carajo!. Entonces, si sos una de esas boludas progre, que piensa, pobrecito el cabrón, qué le faltará, tenemos que comunicarnos más porque si va a romper catre en otro lau es por algo, adoptá esta opción que está íntimamente ligada con la primera, aunque NO es lo mismo. Hay otras frases que sirven aquí: "Todo mundo es infiel", "El hombre no puede aguantarse", "Lo importante es que él me ama a mí".
- La intolerancia práctica: Te supiste cornuda, te indignaste, lo mandaste a la mierda como el hijo de puta que es. Y a otra cosa mariposa. (ADORO esta alternativa).
- La escandalosa humillación: Te las ingeniás para que el hijo de puta esté en un lugar público y delante de todos le decís a grito pelado que ojalá se le caiga de tanto usarla en lugares de tan dudosa procedencia. Le pasás el informe a todos tus amigos, amigas, familiares, portero, vecinos, transeúntes, gato, perro, loro, querés que todos sepan que el cojudo NO es de fiar. Si podés te encamás con alguien más. Esta es la opción que menos recomiendo, porque la que queda peor, sos vos, por cretina, por haber sido tan idiota y pendeja, de elegir a semejante basura como pareja y encima no tener los ovarios bien puestos pa aguantar tu elección. O por último retirarte dignamente del campo de batalla, hecha la opa, discretamente sin que nadie sepa el papelón que has pasado.
- Sobre aviso, no hay engaño: Esta es pa las huevonas más modernas, esas cojudas que saben con qué hijo de puta andan, saben con qué putas anda el hijo de puta, y permiten esas "libertades". Hmmm esta es una opción traicionera, OJO al charque cojudas!. Cualquier rato de tanto regalarlo, se lo quedan por allá...y luego vas a estar cacheteando las banquetas como la pelotuda que fuiste. Doy fe, de que he visto más de un caso de depresión gracias a tomar este camino de vida.
- La indiferencia: Esta es propia de cuando el amor ya se acabó. Podés llegar a tu casa y encontrarte al hijo de puta en posición perrito con tu mejor amiga, y lo único que te va a importar es porqué la pelotuda de tu amiga te hizo eso. El cojudo ni te va, ni te viene. Hay quien lo deja sin mayores contemplaciones o quien cierra la puerta después de decirle al cojudo: "Oí, esperó que hayás usado condón". Y la vida continúa, como pareja, sin amor, como dos perfectos hijos de puta. Conozco muchos casos, amigas, amigos, soportan, dicen que por el "cariño", o por los hijos....Eso hasta que se enamoran de alguien con quien rompen el catre aparte, y ahí no importan hijos, nada...
Y bueno, ese es el podrido mundo del cuerno. Una mierda. Confieso que yo he pasado por todas, menos la de la escandalosa humillación. Qué huevada no?. A veces miro a los pájaros y me emputan, me re-emputan haciendo sus niditos del orto y siendo tan monogámicos, fieles, bien portaditos. Lo mismo los hijos de puta de los pingüinos. Cuando supe lo del pingüino Emperador, lo de sus rituales, lo de esa mierda cursi de que si su hembra se muere, se quedan solos con su pena. Me quería cortar las venas, tirarme de un puente, algo...por haber nacido en medio de simples, prosaicos y promiscuos seres humanos.
Me pudren los cuernos.