Snob: Persona que imita con afectación las maneras, opniones, etc.. de aquellos que considera distinguidos.
O en nuestro criollo léxico: hechos los finos, entalcados o culo con talco.
Pa qué que somos campeones en aquello de imágenes literarias, uno ya nomás se imagina a una persona grandota y con talco en las rosadas o morenas nalgas.
El tema de los entalcados es interesante, porque hay que preguntarse a quiénes imitan esta tropa de hijos de puta. Aunque coincido en que los entalcados pueden ser o no ser snobs, pero para los efectos del post se hablará de entalcados snobs.
Si yo fuera snob tengo dos modelos a seguir que considero distinguidos: uno es el teletubbie lila que usa cartera y otro es Zidane en el Mundial 2006. Sospecho que el resto de snobs tienen fijaciones más interesantes como “ser platudo”, “parecer platudo”, “estar relacionado con alguien platudo”, “usar el poder del platudo”, etc…
Pero primero que nada salvemos las distancias entre los cojudos que realmente tienen plata y los que fingen tenerla. O sea, en este miserable pueblo donde Madonna y U2 todavía no piensan poner sus pezuñas, los que realmente tienen dinero están entre un 1 y 5% de la población. Refiriéndome a tener dinero, a esos hijos de puta obscenamente platudos cuyas casas son verdaderas mansiones con suntuosos jardines. Importa una mierda si la plata es por habilidad en los negocios o por pichicata, el caso es que la tienen.
Bueno, los entalcados curiosamente pueden pertenecer a TODOS los estratos mencionados. Mientras que los snobs son los que aparentan ser algo que en realidad no son. Tengo un amigo, Menganito, un empresario conocido en estos trechos, cuya última chola tiene más o menos mi edad, el caso es que este par se engalanó e intentó entrar a Secret, JA! Y claro ahí a los pelafustanes que están de guardia no les importa una mierda que este tipo sea conocido en unos cuantos círculos sociales, y que la chola en cuestión sea conocida en otros círculos sociales, así que no los dejaron pasar. “Pero vos sabés quién soy??” decía el señor, muy al estilo del discurso juvenil etílico “Cholo de mierda, no sabés cuyo hijo soy!!!" cuando la institución verde olivo los detiene a altas horas de la madrugada en Equipetrol. Como en el último caso en que los más belicosos jovenzuelos suelen ser filmados por Mega o Gigavisión, en el caso de Menganito de nada sirvieron sus supuestos “alcances”, ni tampoco el imitar el snobismo de ciertos países en que pelás los dólares y te avientan alfombra. El camba sencillamente no entró.
Porque claro, Secret y otros boliches, que se reservan el “derecho de admisión”, suelen tener a los entalcados de peso: modelos, misses, amigos de los pelotudos dueños del boliche, etc…Antes esa mierda no existía en este pueblo, hasta que los entalcados que pudieron ir al extranjero vieron cómo se manejaba la cosa afuera y decidieron “imitar” esa “civilizada” forma de segregación social y racial.
Otro ejemplo triste: Nunca fui conciente del racismo o clasismo imperante en esta huevada de país, hasta que cuando tenía 13 años y una chica nueva entró al curso. Intenté integrarla a mi grupo de amigos, entonces uno de los amigos que tenía desde kinder me dijo: “Has visto cómo se ve a nuestro lado?” Me emputé bastante, y le pregunté “no, cómo”. Seguramente a ese cojudo sus padres le enseñaron que lo lindo era andar en guetos de altos, blancos que hablan inglés. Lo curioso es que el estrato social de todos, incluida la que "se ve mal a nuestro lado", era mediaclasero.
En unos años escucharía lo mismo acerca de otro amigo, esta vez de un grupo de “seudo intelectuales”, “Fulanita, no te das cuenta que Perenganito rompe la armonía del grupo?”, dijo sutilmente una de estas librepensadoras, entendiéndose que armonía del grupo era poder hablar sobre escritores muertos y música indie. La librepensadora en cuestión era fanática de Cortázar, no es YOUP por si acaso jejeje, el caso es que como el hecho se dio siendo yo mayor de edad, y post JG, mi respuesta fue un poco más tajante: Váyanse a la mierda.
El entalcamiento suele ser tal que se critica descarnadamente si Pepita usa botas en verano, si Lully se pinta la boca de un tono fuera de temporada, o si Pancracio es “cambero”. A quiénes imitan estos hijos de puta?, no tengo la más peregrina idea, porque Pepita podría estar a la moda en Texas usando botas aunque sienta calor, o Lully debe tener el tono de temporada de algún lugar del mundo, y Pancracio…bueno, por qué mierda existe esa palabra denigrante “cambero/a”?.
Lo lindo fue cuando vino Sixto Nolasco a este tugurio, y claro asistió al tan magnificado show de Las Magníficas, y mientras aquí todas esas cambas que participan en esa huevada piensan que son lo “último”; Sixto criticó peinados, ropa, maquillaje a los que calificó de anticuados y hasta se atrevió a decir en voz alta lo que todos comentaban: lo cacharras que estaban varias para andar en esos trotes. Fito Paez podría hacer una canción sobre ese suceso que se intitule: El snob por el snob.
El snobismo puede no ser dañino, siempre y cuando tus ínfulas de distinción no se pringuen con el desprecio hacia el que no está a “tu altura”.
Lo peor, peor, es ser una vulgar, corriente, malhablada y ordinaria muchacha, y tener la desdicha, desgracia y mala suerte de salir con un petulante snob. Cojudos, hijos de puta como esos te llevarán a comer scargots o proschiutto, y aunque no conozcás esas mierdas, si no te deslumbrás con el detalle, el entalcado snob te tratará como una campesina, intentando, más tarde, enseñarte también porqué es bueno hacer yoga y pilates. En el fondo de tu ser sabés que esas dos actividades son saludables, pero te emputa escuchar anécdotas del “gym”; donde aparece como gran cosa Ximena Antelo (la de Unicruel).
Sí, me pudren los snobs, esos que cuando traen el vino son tan pelotudos de hasta oler el corcho por fingir ser expertos catadores, y cuando vos con aire travieso y experimentado te inventás: “hmm se siente la madera seca en esta cosecha”, el otro infeliz que de vino sabe tanto como de Voltaire, asiente sapientemente.
Una mierda los snobs.
P.D. Al cojudo con el problema sexual: Querido, mi intención no era dejarte inseguro, aunque si la casa tembló hay que ir revisando los ladrillos por si acaso no?. La amarga realidad es que yo no puedo saber si la cogés bien a tu corteja, porque a) no soy tu corteja y b) no soy nostradamus ni el pelotudo de Walter mercado, ni mucho menos la gorda de Bertha Carmiña. La chorizada de cosas que me explicás tan detenidamente no hacen más que echar más sombras al tema. Sobre los puntos específicos.
1) Lo que le gusta más a cada mujer depende de cada mujer.
2) Lo que no nos gusta varía también. Como ves somos una caja de Pandora. Qué emocionante no?
3) Lo “importantísimo” que no se debe pasar por alto, es que siempre sea una relación consentida. El resto no hay límites, y recordá que lo anormal no perjudica si no afecta a terceros. JA!.
4) No sé, no me he tirado a ninguna mujer aparte de mí misma. Doble JA!.
5) No visito páginas webs de sexo, tardan mucho en cargar…pero seguro encontrarás información interesante en cualquier cosa que googleés. Sino siempre podés recurrir a la magia del porno.
Suerte hijo, y como dicen las películas ñoñas y los libros de autoayuda: la verdad está dentro tuyo.
P.D. Carajo que el calzonudo huevas tristes de Cristian Castro está arrasando.